Tercer Poder de la Resiliencia: “La Decisión”​

Hola, me da mucho gusto que te brindes un espacio para conocer un poco sobre esta capacidad para enfrentar los cambios llamada RESILIENCIA.

Los seres humanos disfrutamos mucho de la comodidad en nuestras vidas, y comúnmente nos ACOSTUMBRAMOS a que las cosas sean COMO NOS GUSTAN. No está mal que nos guste estar cómodos, de hecho es parte de la vida reposar en un lugar agradable, recibir un sueldo o tener ingresos económicos que cubran nuestras necesidades, tener las cosas controladas en términos generales. Pero… ocurre en ocasiones que cuando se salen las cosas del control que está en nuestra mente sentimos algo llamado “INCERTIDUMBRE“. C

Cuando eso pasa, transitan por nuestro cuerpo emociones inesperadas, visualizamos en nuestra mente escenas que no necesariamente son agradables, empezamos a escuchar conversaciones que nos distraen, olfateamos situaciones y se siente un sinsabor que nos causa nuevamente otras emociones inesperadas, creando un círculo quizás vicioso.

La forma en que nuestra mente se programa, donde la emoción que reacciona ante un hecho, crea un pensamiento y nos lleva a una acción, y esta trae un resultado o un nuevo hecho que nos lleva a repetir una y otra vez las conductas necesarias para sostener los Metaprogramas que están guardados en el disco duro de nuestro sistema operativo. De esta manera dicen y concuerdo con ello, que nuestra mente es totalmente mediocre.

Anteriormente, en los otros artículos hablé del poder de la EXPERIENCIA y el poder de la PALABRA, y ambos son tan poderosos que son capaces de programar o reprogramar nuestra mente. Pero si nuestra MENTE ES MEDIOCRE, ¿qué hacemos?

Pues ahí es donde entra una bendición implantada ancestralmente y muy comentada en la religión: “El Libre Albedrío”. En este artículo prefiero llamarlo elección o DECISIÓN.

Tenemos la posibilidad de tomar una DECISIÓN para cambiar lo que pensamos y tener nuevas perspectivas para la realidad, eso nos permitirá y facilitará tener una conducta RESILIENTE.

Es por eso que te invito a cuestionar tu FLEXIBILIDAD, PLASTICIDAD y/o ELASTICIDAD ante las situaciones inciertas de tu vida. Reflexiona y evalúa si estás manteniendo RIGIDEZ o te estás parando en tu razón.

Si es así, entonces TOMA UNA DECISIÓN!!!

¿Qué eliges pensar? ¿Qué eliges hacer? ¿Qué eliges tener? ¿Qué eliges sentir?

Decide qué vida quieres tener fortaleciéndote desde tus experiencias y sosteniéndote en tu palabra y vive tu RESILIENCIA.